La Plata: olvidó una vela prendida, se incendió su departamento y afectó a otros tres
Un incendio en un departamento del Centro afectó a otros tres, causó alarma entre los vecinos y motivó la movilización de dos dotaciones de bomberos que trabajaron durante casi dos horas para sofocar del todo las llamas, que se habrían originado por una vela que un hombre olvidó encendida, informaron fuentes oficiales.
El siniestro comenzó minutos después de las 4 de la tarde del pasado jueves en una propiedad horizontal de cuatro departamentos situada en 45 entre 16 y 17, concretamente, en el “C”. Pero el fuego no tardó en propagarse hasta el “D”, donde los daños fueron importantes, y provocar un ahumamiento general en el “A” y el “B”, confirmaron los propios damnificados en una charla que mantuvieron con el diario mientras esperaban en la vereda a que los bomberos terminaran de hacer su trabajo.
El abogado Federico Ayllón, ex dirigente de Gimnasia, tiene su estudio en el departamento B.
“Hacía pocos minutos que me había ido a City Bell, pero un amigo que vino a verme al estudio vio mucho humo y me avisó por teléfono”, contó el profesional, que a su regreso se topó con el operativo de los bomberos.
Según relató, el foco comenzó en el departamento de un vecino que cuida coches en la zona de la Catedral “y acostumbra quemar cables para vender el cobre. Es muy probable -especuló el abogado – que ése haya sido el motivo del incendio”, aunque en su exposición policial el hombre de 62 años argumentó haber olvidado una vela prendida.
Visiblemente abatido, en la vereda también estaba ayer el dueño del otro departamento dañado -el “D”- que no se cansaba de repetir “es la tercera vez que tienen que venir los bomberos por lo que hace este hombre. Una vez tuvieron que apagar el fuego y otra por la humareda. Pero lo de esta vez superó todo”, se quejó el joven de 29 años.
Cuando se desató el siniestro en su casa sólo estaba su abuela, Delia Naima (77), quien llegó desde Lobería para visitar a su familia y tenía previsto regresar ayer mismo. Sumamente angustiada, recordó que “cerca de 4 de la tarde noté que había muchísimo humo; me asusté y llamé a mi hija, que me pedía que saliera a la calle. Pero abrí la puerta y me encontré con un panorama que me espantó. Era imposible salir, no se veía nada por el humo negro que había. Por suerte, gente del barrio me escuchó gritar y un muchacho me ayudó a salir de ese infierno”, relató.
A su lado, su nieto resumió: “Da mucha bronca, a este hombre lo ayudamos entre todos dándole comida, calentándole el agua para el mate y hasta le hemos dado unos pesos”, acotó.
En el restante departamento, el “A”, vive un estudiante del interior del país que, según indicaron los dos damnificados consultados por este diario, “no tuvo más que daños por la intensa humareda que generó el incendio”.
Además de las dos dotaciones del cuartel central de bomberos trabajó en el lugar personal de la comisaría Cuarta.